Monedas y Mercados: Entendiendo la Dinámica Global del Intercambio

Monedas y Mercados: Entendiendo la Dinámica Global del Intercambio

El mercado de divisas (FX) de 2025 presenta un panorama sin precedentes, marcado por altas cotas de volumen y profundas oscilaciones en las principales monedas. Comprender esta dinámica global es esencial para inversores, empresas y gobiernos que navegan en un entorno cada vez más interconectado.

Paisaje actual del mercado de divisas

Durante el primer semestre de 2025, el volumen diario de transacciones FX alcanzó un récord de 9.6 billones de dólares en abril, un alza del 28% respecto a 2022. Este incremento se vio impulsado por choques arancelarios y mayor incertidumbre económica que elevaron la volatilidad y multiplicaron las estrategias de cobertura.

En este contexto, las empresas multinacionales y los hedge funds intensificaron sus operaciones para protegerse de movimientos abruptos. La liquidez, sin embargo, se mantuvo sólida gracias a la profundidad de los mercados de futuros y swaps, donde la presencia de actores institucionales sigue creciendo.

El indiscutible papel del dólar estadounidense

A pesar de su caída cercana al 10% en 2025 frente a una cesta de monedas principales, el dólar estadounidense conserva su posición hegemónica. Participa en el 89.2% de todas las transacciones FX según la encuesta trienal del BIS, y acumula el 56.3% de las reservas globales de bancos centrales.

Factores como dominancia de los Treasuries y líneas de swap activas por parte de la Reserva Federal refuerzan su atractivo en momentos de tensión. Monedas como el renminbi y el euro han ganado terreno en el comercio regional, pero todavía no amenazan el estatus del USD como moneda de reserva.

Tendencias de diversificación: hacia un sistema multipolar

La preocupación por la política estadounidense y las oportunidades de inversión fuera de EE.UU. han impulsado una tendencia gradual hacia la diversificación en reservas y carteras. Los bancos centrales, por ejemplo, ajustan sus carteras aumentando la exposición al euro, al yen y, cada vez más, al renminbi.

Este fenómeno de regionalización de transacciones en Asia refuerza el uso de monedas locales en el comercio de energía y bienes manufacturados. A su vez, los inversores institucionales elevan su ratio de cobertura de divisas, lo que podría generar presión vendedora sobre el dólar en el mediano plazo.

Desempeño de las monedas principales

  • Euro (EUR): Se ha fortalecido de 1.04 a 1.14 USD/EUR en 2025, respaldado por una inflación moderada del 2.2% y tasas del BCE en 2.0%.
  • Yuan chino (CNY): Mantiene el rango de 7.08–7.15 frente al dólar, con un crecimiento de 4.8% anual y creciente uso regional en comercio energético.
  • Yen japonés (JPY): Bajo presión debido a la resistencia política a elevar tasas, aunque un ajuste del Banco de Japón podría revertir esta tendencia.
  • Libra esterlina (GBP): Afectada por riesgos de estanflación y divisiones internas sobre la política monetaria en el BoE.
  • Dólar canadiense (CAD) y peso mexicano (MXN): Volátiles ante cambios en política comercial y oferta de materias primas.
  • Dólar australiano (AUD): Destaca por su sólido desempeño, impulsado por la recuperación global y demanda de metales.

Factores de riesgo y perspectivas a futuro

Los elementos que más influirán en la evolución del FX incluyen:

  • Política de tasas de la Fed y el BCE, con riesgos de inflación global.
  • Tensiones comerciales y nuevos aranceles que seguirán alimentando la volatilidad.
  • Temor a una recesión mundial, que refuerza el papel del dólar como refugio.
  • Movimientos en mercados emergentes, donde una divisa más débil favorece a los deudores en USD.
  • Comportamiento de metales preciosos y acciones mineras, sensibles a la debilidad del dólar.

A medio plazo, la consolidación de un escenario multipolar en reservas y comercio impulsará dinámicas más equilibradas entre las divisas principales.

Datos clave del mercado FX

Conclusión

El mercado de divisas en 2025 refleja un equilibrio complejo entre la persistencia del dólar como pilar fundamental y el avance de alternativas como el euro y el renminbi. Las estrategias de diversificación, la regionalización de transacciones y los riesgos macroeconómicos definirán el curso de las monedas en los próximos años.

Para inversores y responsables de política, el desafío radica en adaptarse a un entorno más volátil y diversificado, aprovechando oportunidades fuera de Estados Unidos sin perder de vista la fortaleza que sigue ofreciendo la divisa líder. El futuro promete un sistema monetario cada vez más multipolar y dinámico, donde cada protagonista buscará consolidar su espacio en el gran escenario global.

Por Fabio Henrique

Fabio Henrique