Invertir en Infraestructura: Construyendo el Mañana, Rentabilizando Hoy

Invertir en Infraestructura: Construyendo el Mañana, Rentabilizando Hoy

La infraestructura es el pilar que sostiene el desarrollo global y local. Invertir en proyectos de gran escala no solo transforma territorios, sino que ofrece oportunidades financieras sólidas. Este artículo explora datos, tendencias, riesgos y beneficios para guiar a inversores hacia decisiones estratégicas.

Panorama global y tendencias de inversión

En 2025, la inversión privada mundial en infraestructuras vive un impulso sin precedentes tras dos años de desaceleración. Solo en el primer trimestre se captaron 48.000 millones de dólares, casi la mitad de todo 2024. El año anterior, la inversión global en infraestructuras y energía alcanzó 1,1 billones de dólares, un 15% más que en 2023.

En América Latina, la región necesita movilizar cerca de 150.000 millones de dólares anuales, aunque enfrenta desafíos como la infrafinanciación, marcos regulatorios y riesgos políticos. En España, pese a que la inversión total superó los 300.000 millones de euros en 2024, los proyectos públicos aún no cubren la depreciación acumulada desde la Gran Recesión.

Sectores clave y oportunidades

Las áreas prioritarias se alinean con la transición verde y digital. Energía y digitalización lideran el ranking, seguidos de transporte, infraestructura social y ambiental.

  • Utilities y redes eléctricas: Utilities estadounidenses con base tarifaria mediante inversión en red ofrecen valoraciones atractivas ante mayor demanda.
  • Transporte: Con un 22% de la inversión mundial, conecta crecimiento económico y movilidad urbana.
  • Infraestructura social: Colegios y hospitales representan un 8%, con retornos más lentos pero impacto social relevante.
  • Infraestructura ambiental: 6% del total, con tendencia creciente por regulación y descarbonización.
  • Infraestructuras hidráulicas: Aunque cayeron 42% en España (1995–2024), repuntan por cambio climático.

Rentabilidad, diversificación y argumentos financieros

Las infraestructuras ofrecen una rentabilidad diferenciada y defensiva, con menor correlación que la renta variable y los bienes inmuebles. Además, disfrutan de una protección total contra la inflación al indexar tarifas e ingresos a precios, garantizando flujos de caja estables.

Tras los picos de tipos de interés, este activo superó la renta variable global hasta septiembre de 2024. El crecimiento del PIB global, previsto en 3,1% para 2024 y 3,2% para 2025, impulsa especialmente la infraestructura de pago por uso, como peajes y aeropuertos, mientras los suministros públicos aseguran estabilidad en ciclos volátiles.

  • Rentabilidad regulada: Crecimiento de activos implica mayores beneficios.
  • Descorrelación: Protege portafolios ante volatilidad de mercados.
  • Inflación: Traslada presión de precios a ingresos operativos.
  • Oportunidades en renovables, energías limpias y data centers.

Evolución y desafíos por región

En España, el peso de los agentes privados en la inversión casi se duplicó desde 1995 (15% a 29% en 2024), impulsado por fondos europeos y cambios regulatorios. Sin embargo, la inversión viaria acumula un descenso histórico desde 2009, con repuntes recientes pero aún lejos de máximos.

La infraestructura ferroviaria creció un 35,7% post-pandemia, alcanzando más de 4.300 millones de euros en 2024. Las obras urbanas, financiadas con fondos NGEU, aumentaron 9,2%, aunque solo suponen el 10% del total de inversión. Puertos y aeropuertos rondan el 5–10% cada uno.

Retos para captar la rentabilidad futura

  • Presión presupuestaria pública: Déficits limitan grandes proyectos, especialmente en países desarrollados.
  • Riesgos regulatorios y políticos: Impactan estabilidad de retornos en mercados emergentes.
  • Resiliencia y adaptación climática: Exige priorizar agua, infraestructuras verdes y proyectos de protección.
  • Transición digital acelerada: Requiere fibra óptica, data centers y edge computing.

Expectativas y contexto macroeconómico

El sector seguirá vinculado a la demanda en movilidad, energía, digitalización y urbanización. Los activos regulados y concesionados se beneficiarán de políticas fiscales expansivas, electrificación e inteligencia artificial.

Para 2025, los inversores prevén rentabilidad superior y estable en 2025 en utilities y energía. La confianza de empresas extranjeras en España, que planean mantener o aumentar inversión, refuerza el optimismo sobre un entorno de negocios más favorable y retornos sólidos.

Por Lincoln Marques

Lincoln Marques