En un contexto de crecimiento económico moderado y riesgos crecientes, el papel de la Organización de las Naciones Unidas se ha consolidado como arquitecto del marco económico global. Desde la formulación de políticas hasta la coordinación de alianzas, la ONU actúa como punto de encuentro entre Estados, sector privado, organismos multilaterales y sociedad civil para impulsar soluciones integradas y sostenibles.
A través de sus agencias y departamentos especializados, la ONU ofrece análisis estratégicos y escenarios prospectivos que sirven de alerta temprana y plataforma de coordinación de políticas. Estos instrumentos son fundamentales para orientar la toma de decisiones en un entorno marcado por la incertidumbre estructural.
Panorama actual de la economía global según la ONU
Los informes del Departamento de Asuntos Económicos y Sociales (UN DESA) y la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD) ofrecen visiones complementarias sobre el estado y las perspectivas de la economía mundial. Según UN DESA, se proyecta que la economía mundial crecerá en torno al 2,8 % en 2025, una cifra similar a la de 2023 y 2024, pero por debajo de las tasas previas a la pandemia.
Este pronóstico destaca la resiliencia de la economía global frente a perturbaciones como la COVID-19, conflictos y políticas monetarias restrictivas. Sin embargo, persisten desafíos que pueden ralentizar la recuperación:
- Menor inflación, flexibilización monetaria y recuperación del comercio internacional.
- Tensiones comerciales, alta carga de deuda y riesgos geopolíticos que opacan el crecimiento.
Por su parte, la UNCTAD adopta una posición más cautelosa, estimando que el Producto Interno Bruto global podría desacelerarse hasta el 2,3 % en 2025, lo que situaría a la economía mundial en un escenario de crecimiento por debajo del 2,5 % señala recesión.
Las previsiones regionales apuntan a variaciones significativas: en Estados Unidos se anticipa un descenso del crecimiento del 2,8 % en 2024 al 1 % en 2025, mientras que China podría pasar del 5 % al 4,4 % a pesar de las barreras arancelarias y la diversificación de sus socios comerciales. La Unión Europea, por su parte, experimentaría una leve mejora, del 0,9 % al 1 % en el mismo periodo.
En paralelo, la OCDE proyecta un crecimiento global del 3,3 % en 2025, aunque reconoce que nos encontramos en una nueva normalidad de bajo crecimiento, caracterizada por elevadas deudas, inversiones débiles y obstáculos al comercio internacional.
Marcos estratégicos de la ONU: Agenda 2030 y Objetivos de Desarrollo Sostenible
La Agenda 2030 constituye el pilar fundamental de la acción económica y social de la ONU, definiendo un plan de 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible que abordan desde el crecimiento inclusivo hasta la igualdad y la protección del medio ambiente. Este marco es universal exige la implicación de todos los países, desarrollados y en desarrollo, para «no dejar a nadie atrás».
Entre los objetivos más relevantes para la arquitectura económica global destacan:
ODS 8 – Crecimiento económico y trabajo decente: fomentar un crecimiento inclusivo y sostenible, empleo pleno y productivo, y trabajo decente para todos.
ODS 9 – Industria, innovación e infraestructura: impulsar la industrialización inclusiva, la innovación y el desarrollo de infraestructuras resilientes.
ODS 10 – Reducción de las desigualdades: disminuir las disparidades entre países y al interior de ellos.
ODS 17 – Alianzas para lograr los objetivos: promover alianzas eficientes que movilicen recursos, tecnología y conocimiento.
Los cinco pilares del ODS 17
A fin de implementar el ODS 17, el sistema de las Naciones Unidas articula cinco bloques estratégicos de acción con un enfoque multilateral:
Aumentar la Asistencia Oficial para el Desarrollo de países desarrollados a los de ingresos bajos y medios para financiar proyectos de desarrollo sostenible.
Mejorar la cooperación Norte-Sur, Sur-Sur y triangular en ciencia, tecnología e innovación, facilitando el intercambio de conocimientos entre las naciones.
Fortalecimiento de capacidades en países en desarrollo para implementar y monitorear los ODS a través de programas liderados por PNUD y otras agencias.
Sistema de comercio multilateral, basado en normas, abierto y equitativo, que fomente el aumento de exportaciones de economías emergentes y menos adelantadas.
Alianzas entre múltiples interesados movilicen conocimiento tecnología, mejorando la coherencia de políticas y la estabilidad macroeconómica mundial.
Alianzas estratégicas: quién se alía con quién y para qué
El ODS 17 no solo define los bloques de acción, sino que busca alianzas multiactor que maximicen el impacto. Estas colaboraciones se concretan en diversas modalidades:
- Alianzas Norte-Sur y Sur-Sur triangulares focalizadas en cooperación económica y tecnológica.
- Asociaciones público-privadas en infraestructura sostenible y transición digital lideradas por la ONU como facilitador neutral.
- Redes de ONG, universidades y think tanks que colaboran en diagnósticos, implementación y monitoreo de los ODS.
- Pacto Mundial de la ONU para alinear estrategias empresariales con los principios y objetivos de desarrollo sostenible.
Estas alianzas buscan movilizar no solo fondos, sino también conocimiento técnico y mejores prácticas que permitan una respuesta coordinada a los desafíos globales.
Conclusiones y perspectivas
En un mundo de bajo crecimiento y tensiones geopolíticas, la ONU se posiciona como plataforma de coordinación esencial para alinear agendas nacionales con objetivos compartidos. Las alianzas estratégicas son la llave para movilizar recursos, impulsar la innovación y fomentar la inclusión.
El éxito de esta arquitectura económica global depende de la voluntad política de los Estados, la responsabilidad social del sector privado y la participación activa de la sociedad civil. Solo mediante un compromiso multilateral renovado será posible afrontar los retos del futuro y garantizar un desarrollo sostenible y equitativo para toda la humanidad.
