Después de años de resultados moderados, los mercados emergentes muestran señales claras de rebote y prometen una nueva era de oportunidades para inversores dispuestos a explorar horizontes dinámicos.
La Expansión Macro: Un Punto de Inflexión
El índice MSCI Emerging Markets ha experimentado el mejor arranque de año desde 2017, con una subida cercana al 14 % desde enero de 2025. Este vigor refleja una fuerte mejora de beneficios empresariales y anticipa un crecimiento de ganancias del 17 % en 2025, superando a los mercados desarrollados.
La brecha de crecimiento de PIB entre economías emergentes y desarrolladas se sitúa en +2,5 puntos porcentuales, mientras que la política monetaria más favorable en regiones como Asia y Latinoamérica genera un viento de cola. Muchos bancos centrales emergentes han controlado la inflación antes y ya se preparan para recortar tipos, impulsando la demanda interna.
Asimismo, la reentrada de flujos en fondos activos de emergentes, con un 32,9 % de gestores superando a los pasivos en 2024, denota el renovado interés de inversores globales. Factores como un dólar algo más débil, estabilidad relativa de materias primas y menor presión geopolítica refuerzan este panorama.
Definiendo los Mercados Emergentes
Los mercados emergentes se caracterizan por:
- Crecimiento económico dinámico y rápida industrialización.
- Demografía favorable: poblaciones jóvenes y creciente clase media.
- Tasas de crecimiento del PIB superiores a las de las economías desarrolladas.
- En promedio, menor endeudamiento externo y mayor resiliencia macro.
No obstante, es esencial considerar los riesgos estructurales, como la inestabilidad política, la volatilidad de divisas, la dependencia de materias primas y desafíos en gobernanza corporativa.
Oportunidades Geográficas: Un Mapa Diversificado
La diversidad de los mercados emergentes ofrece un amplio abanico de opciones. A continuación, un vistazo a regiones clave:
Asia Emergente
India se perfila como uno de los destinos más atractivos, con:
- Proyección de crecimiento del PIB del 6,8 % en 2025.
- Un mercado interno masivo y en expansión de la clase media.
- Estabilidad de la rupia y rendimientos interesantes en bonos locales.
Taiwán, con un alza del 11 % en el índice MSCI durante los primeros seis meses de 2025 y un crecimiento del PIB estimado del 3,4 %, destaca por su peso en la cadena global de semiconductores.
Latinoamérica
La región proyecta un crecimiento conjunto ligeramente por encima del 2 % en 2025. El detalle por país (S&P Global Ratings) muestra:
Aunque algunos países afrontan desafíos fiscales o electorales, proyectos energéticos e infraestructura y surgimiento de sectores no primarios impulsan sus economías.
Temáticas Estructurales Impulsoras de Crecimiento
Más allá de la geografía, cuatro motores transforman el futuro de emergentes:
- Demografía Favorable: Poblaciones jóvenes y crecientes tasas de urbanización que alimentan el consumo interno.
- Transformación Tecnológica: Digitalización, adopción de inteligencia artificial y despliegue de infraestructura 5G.
- Transición Energética: Inversiones masivas en energías renovables, redes inteligentes y eficiencia energética.
- Nearshoring y Reconfiguración de Cadenas: Desplazamiento de manufactura global hacia regiones emergentes con costes competitivos.
Esta convergencia de tendencias crea ventanas de oportunidad en sectores como telecomunicaciones, energías limpias, fintech y logística avanzada.
Cómo Invertir: Vehículos, Riesgos y Activos
Seleccionar el vehículo adecuado y gestionar riesgos es clave para optimizar retornos:
- Fondos ETFs y Fondos Indexados: Exposición diversificada y costes reducidos, ideales para inversores de largo plazo.
- Gestión Activa: Beneficia de la selección de valores en mercados menos eficientes, aunque con comisiones más elevadas.
- Renta Fija Local: Bonos soberanos y corporativos en moneda local, atractivos con tipos relativamente altos, con riesgo de divisa.
- Renta Variable: Acciones de alta convicción en sectores crecientes, con mayor volatilidad pero potencial de alzas significativas.
Entre los riesgos, destacan la fluctuación de divisas, shocks políticos o regulatorios y la dependencia de materias primas. Una estrategia balanceada combina distintos activos y se revisa periódicamente.
Conclusión
Los mercados emergentes están en un momento de inflexión y ofrecen oportunidades únicas de crecimiento para quienes sepan navegar su complejidad. A través de un enfoque diversificado, orientado a temáticas estructurales y con una gestión rigurosa del riesgo, inversores pueden beneficiarse de la subida potencial de estos mercados en la próxima década.
El 2025 marca el inicio de una nueva etapa: explorar el mapa de oportunidades y alinear la inversión con las grandes tendencias globales será clave para capturar su valor.